Ya está bien de darle tanto bombo a la Guía Michelín. Resulta que hay centenares de cocineros que se dejan el alma, las cejas y sus más nobles partes en conseguir una de sus condecoraciones y lograrlo sólo les lleva a la ruina. Algo va mal si los artistas mueren pobres. Por eso, desde Plato Estrella les proponemos darle la vuelta a la "tortilla". Premiemos a los LUCEROS más modestos quizás pero que cocinan como los mismos dioses y a precio de los mortales con los €uros justos. Y ya puestos hagamos un monumento a platos que si fueran americanos tendrían los mismos ingresos que Microsoft: ¿un ejemplo?: El cocido madrileño. ¿Sucursal?: Cruz Blanca de Vallecas.