Presentación online del libro "Somos las que estábamos esperando", con la participación de cuatro de las coautoras. Obra colectiva de mujeres que no se rinden.
El libro recoge el testimonio de veinte compañeras que luchan en las empresas y en los barrios, en sectores precarizados como el calzado, la ayuda a domicilio o las kellys, pero también en los movimientos por el derecho a la vivienda o a la salud.
Es "el relato oral de mujeres que no firman ni escriben libros". Una obra que no habla de Patricia Botín o de Tamara Falcó. Habla de mujeres trabajadoras, de quienes tienen que luchar todos los días contra el patriarcado y contra el capital.
Valga como animación a su lectura un fragmento de los testimonios de tres de ellas: Carmen Arnedo (activista de la PAH), Mercedes Pérez Merino (CocaCola en Lucha) y Yolanda García Henarejos (Kellys Benidorm).
"Yo soy una persona muy alegre, pero mis compañeros me notan que no estoy al 100%, pero la pena la llevo, yo procuro ir a los sitios y estar con mi gente para que se me pase en ese momento la pena que tengo, pero sigo muy triste por dar las llaves a un señor que con las manos sucias, porque tiene las manos sucias, se ha llevado mi casa, que me la compré con veinte años y con setenta me la ha quitado impunemente (...) Voy a seguir luchando por todos mis compañeros, doy gracias a todas las personas que me han ayudado en este declive de estos nueve años, la Plataforma Stop Desahucios, Afectados por la Hipoteca" (Carmen Arnedo)
"Poco a poco pasamos a ser la aldea gala de Astérix. Eso nos dio un soplo de aire fresco. Si bien es cierto que íbamos ganando, no es menos cierto que Coca-Cola es Dios. Y nadie osa rebelarse contra Dios. Por ello nos hicieron pagar con sangre nuestra lucha. Y digo sangre porque así fue: cargas policiales con heridos, ictus, infartos, depresiones, crisis de ansiedad terribles, intentos de suicidio, denuncias falsas pidiendo cárcel, testigos falsos para configurar denuncias. Y, claro, yo no iba a escapar de eso. Máxime siendo mujer, mayor, sindicalista, mando y cara visible del conflicto" (Mercedes Pérez Merino)
"Te hacen sentir como una mierda. Sientes que no eres nadie al trabajar, una habitación tras otra, sin que nadie te mire. Ahí empiezas a pensar que esta situación no es normal, que tu trabajo no puede condicionar así tu vida y las de tus compañeras, que vas a trabajar sin ganas, que no te sientes valorada, que eres como una autómata saliendo de una habitación a otra, limpias y desapareces, limpias y desapareces detrás del carro de sábanas. Los hoteles venden felicidad, vacaciones, relax, sol y playa, y tú te sientes sudada, como ese estropajo usado de tanto frotar y que si te rompes te van a cambiar por uno nuevo, o como esa bayeta que apuras cada día y la terminas metiendo en el cubo y al día siguiente vuelve a estar dispuesta a seguir cumpliendo" (Yolanda García Henarejos)