Aunque a estas alturas, casi todos saben lo que significan las siglas, CQB, recordaremos que son las iniciales anglosajonas, Close Quarters Battle, para referirse a los enfrentamientos en espacios cerrados. En algunos sitios, también podemos encontrarlo como CQC, Close Quarters Combat, pero significa a groso modo, lo mismo.
¿Por qué es importante el CQB?. Imaginaros que tenemos que tomar un edificio, y realizar un rescate de rehenes. La mayoría podríais decir, pero ¿Para que sirve, si no eres militar o unidad especializada de la policía?. Pues bien, la mayoría de servicios de agresiones, robos o casos de violencia de género en viviendas, requieren de conocimientos en CQB para la seguridad de los primeros intervinientes, que suelen ser los patrulleros, también para las presuntas víctimas. Incluso para la seguridad del presunto autor de los hechos, en caso de ser posible, para su reducción y posterior detención.
En cuanto a los Principios Básicos del CQB, diremos que es un conjunto de acciones, encaminada para despejar una o varias salas de una edificación, garantizando el mejor resultado posible para los intervinientes, siendo estos principios. Velocidad. Sorpresa. Contundencia.
La Velocidad. No significa que debamos correr a lo loco, para cumplir lo antes posible con el servicio u objetivo. Sino que los actuantes, sean capaces de hacerse lo antes posible con el dominio de una habitación. Al hacernos con el dominio de la sala, los actuantes deberán reducir o neutralizar a cualquier agresor armado o desarmado, y asegurar el lugar antes de que éstos, puedan reaccionar y causar daños en los actuantes o en las posibles víctimas.
La Sorpresa. Consiste en ser capaz de sorprender a los agresores u hostiles antes de que puedan reaccionar, y puedan enfrentarse a los intervinientes, siendo esto una gran ventaja para los actuantes. Para mantener esta ventaja, es muy recomendable un acercamiento al lugar, con el mayor sigilo posible hasta el momento de actuar, intentando no alertar al agresor o agresores con ruidos de material mal colocado, pisadas fuertes, sonidos de emisoras, o incluso con nuestras propias voces. Por ello, se debe utilizar el lenguaje de signos.
Si además de esto, podemos contar con material adicional, como pueden ser escudos de retención, escudos balísticos, o incluso granadas aturdidoras para desorientar a los agresores, podremos garantizar un mayor porcentaje de éxito.
La Contundencia. Significa que la fuerza de los intervinientes, debe mantener el impulso y la energía potencial sobre el agresor o agresores. Es recomendable, usar dispositivos o herramientas para la apertura de puertas, con el fin de sorprender y retardar, la reacción de los hostiles. Además, la fuerza actuante, realizará la acción con la contundencia de unos profesionales bien formados y entrenados. Todo ello, para despejar una sala a la mayor brevedad posible sin sufrir daños, sobre todo en los actuantes, la víctima o víctimas, y en la medida de lo posible, del agresor o agresores.