De la cabuya se saca una bebida dulce llamada tzawar mishqui, también shampú y muchas otras cosas más; del algodón telares, ponchos, camisas y de los pingullos, de las flautas y pífanos, música. Música maravillosa que nace del pueblo Salasaca.
Es que en este recorrido por la provincia del Tungurahua nos encontramos con gente proactiva e innovadora. Gente que ha sabido transformar la sabiduría ancestral en elementos que trascienden más allá.