El CUmini hace honor a su nombre. Su tamaño, sin llegar a ser ridículo, es tremendamente contenido, pero suficiente para moverte con solvencia y seguridad entre el tráfico urbano, siempre que no tengan que enfrentarte a cuestas demasiado pronunciadas. Al subir a este ciclomotor Super Soco, lo primero que llama la atención es que solo dispone de caballete central, de fácil accionamiento y sin necesidad de estar cachas para subir o bajar los 50 kilos de la CUmini. La aceleración es muy progresiva y los mandos están acorde al tamaño de la moto; pequeños pero acertadamente manejables. Al carecer de ABS o frenada combinada, la anticipación en las frenadas debe ser tu norma a seguir.
‪@Canariasenmoto‬