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Este canal, intenta proporcionar dinámicas que FUNCIONAN parar que puedas tomar el control de la clase y llevar a tus alumnos hasta el CONOCIMIENTO, de una manera satisfactoria tanto para ti cómo para ellos. En esta APUESTA, todos salimos ganando!!
Me encantaría, que comentaras todo aquello que te gusta tal y como aquello que no te gusta, para poder evolucionar en mis teorías y practicas. Juntos vamos a perfeccionar las. TE APUNTAS?
Me encanta la educación y todo lo que tiene que ver con el mundo del aprendizaje. Por supuesto, estoy hablando de TODO.
Vídeo: RABIETAS - Cómo Actuar si mis hijos tienen Rabietas en casa con 12 Ejemplos de CRIANZA POSITIVA
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Las rabietas son una parte normal del desarrollo infantil, pero pueden resultar desafiantes para los padres. Aquí hay doce estrategias efectivas para gestionar las rabietas de manera positiva:
Mantén la calma: Es fundamental conservar la calma ante una rabieta. Respira profundamente y recuerda que tu tranquilidad puede ayudar a calmar a tu hijo.
Comprende las emociones: Reconoce y valida los sentimientos de tu hijo. Ayúdalos a identificar y expresar sus emociones de manera saludable.
Establece límites claros: Si bien es importante ser comprensivo, también es necesario establecer límites claros y consistentes. Los niños necesitan saber cuáles son las expectativas y las consecuencias de su comportamiento.
Distrae: En ocasiones, distraer al niño puede ayudar a desviar su atención y calmar la rabieta. Ofrece una actividad divertida o cambia de ambiente para cambiar el foco de atención.
Ofrece opciones: Dar a tu hijo opciones limitadas puede ayudarles a sentirse con un cierto grado de control. Por ejemplo, pregúntales si prefieren jugar afuera o adentro en lugar de decirles simplemente qué hacer.
Fomenta la comunicación: Anima a tu hijo a expresar lo que siente con palabras en lugar de con rabietas. Enséñales habilidades de comunicación y escucha activa.
Aplica consecuencias lógicas: Utiliza consecuencias que estén relacionadas de manera lógica con el comportamiento del niño. Por ejemplo, si tiran juguetes, pueden tener que recogerlos antes de continuar jugando.
Ignora la rabieta: En algunos casos, ignorar la rabieta puede ser efectivo, especialmente si la conducta no representa un peligro para el niño o los demás. A menudo, las rabietas disminuyen si no se les presta atención.
Abraza y consuela: Después de que la rabieta haya pasado, abraza a tu hijo y ofrécele consuelo. Esto les ayuda a sentirse seguros y amados.
Modela el manejo de emociones: Sé un modelo a seguir para tu hijo al manejar tus propias emociones de manera saludable. Muestra cómo calmarte y resolver conflictos de manera pacífica.
Establece rutinas: Las rutinas predecibles pueden ayudar a reducir las rabietas al brindar seguridad y estructura a tu hijo.
Busca ayuda si es necesario: Si las rabietas de tu hijo son frecuentes o difíciles de manejar, considera buscar el consejo de un profesional de la salud mental o un pediatra.
Al implementar estas estrategias de manera consistente, puedes ayudar a tu hijo a aprender a manejar sus emociones y comportarse de manera más adaptativa.