Etapa de Rafa Marañón en el RCD Espanyol, entre 1974 y 1983.
Rafa Marañón, all-time top scorer in RCD Espanyol history
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Marañón llegó al RCD Espanyol en 1974 con ganas de demostrar la fama de goleador que no había podido acreditar en el Real Madrid.
En el viejo campo de Sarrià, Marañon fue el santo y seña del RCD Espanyol durante casi una década y se convirtió por méritos propios en un símbolo de la entidad perica. En sus 9 años como blanquiazul, a pesar de jugar muchas veces como extremo izquierdo, el delantero de Olite demostró que era un auténtico depredador del área, pues tenía una facilidad innata para ver puerta. El punta navarro dejó goles de todo tipo: de lejos, de cerca, de falta directa, de penalti, de cabeza, incluso de chilena. Además estaba dotado de una excelente técnica, y su gran pierna izquierda le permitía marcar grandes goles de libre directo y surtir a sus compañeros con grandes centros.
En lo que a registros goleadores se refiere, la mejor temporada de Marañon como blanquiazul fue la 76-77, en la que estuvo a punto de ser Pichichi. De hecho, hasta la última jornada de Liga pugnó con Kempes (Valencia), Manolo Clares (FC Barcelona) y Morete (UD Las Palmas) para lograr el trofeo al máximo goleador del campeonato liguero. Finalmente, el trofeo se lo llevó El Matador Kempes, pero sus buenas actuaciones le valieron para ser convocado para la selección nacional.
Marañon siguió goleando hasta 1984, cuando a los 34 años la directiva perica decidió no revarle el contrato y se vio obligado a abandonar el club por la puerta de atrás. Su destino fue el CE Sabadell. Rafa Marañon dejaba el club tras 9 temporadas, convertido en el máximo goleador de la historia del club y en todo un símbolo del espanyolismo.
Pese a que Tamudo le arrebató el honor de ser el máximo goleador del la historia del club en el campeonato de Liga con 111 goles, Rafa Marañón sigue siendo el máximo artillero de la historia del RCD Espanyol en el global de todas las competiciones con 144 goles. Durante décadas sus 111 dianas constituyeron una marca inalcanzable y tuvo que aparecer otro jugador de leyenda como Raúl Tamudo para pulverizar su récord.