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En el cuento “Rumbo al Puerto de Origen”, publicado por Juan Bosch en su libro Cuentos Escritos en el Exilio, se relata la historia de Juan de la Paz, quien al llegar a la altura de Punta del Este en su velero, vio una paloma herida que aleteaba sobre el agua y en seguida sintió el deseo de regalársela a su hija Emilia.
Al intentar la captura del ave, Juan cayó al mar, donde logró atraparla y en medio de su lucha por sobrevivir junto a ella, la apretó fuerte para evitar su escape y la paloma quedó sin vida.
Al presenciar la figura del animal muerto, pidió perdón a la Virgen de la Caridad por el castigo que él pensó le reservó Dios , pues en ese instante recordó que Emilia era en realidad su hija de nueve años llamada Rosalía de la Paz, a quien había asesinado para violarla. Por esta atrocidad había cumplido veinte años en prisión de una condena de treinta.
Al final fue encontrado por unos navegantes que le salvaron la vida.
Cuando escucharon el motivo principal que ocasionó el accidente y el nombre real de la niña recordaron el homicidio cometido por su padre, por lo que uno de los hombres concluyó que Juan había regresado al Puerto de Orígen.
Esta narración muestra las consecuencias físicas y psicológicas que puede enfrentar una persona al cometer un crimen o cualquier acto inmoral que mancha de por vida su reputación, pues tienden a sufrir el desprecio de la sociedad y un gran pesar en su conciencia.
Otro aspecto vislumbrado es que el ser humano, luego de pagar las consecuencias de su error, puede cambiar su conducta. También merece el derecho de reivindicarse frente a la sociedad y emprender acciones para resarcir el daño cometido.
Rosi Mejía, Listín Diario