La naturaleza es esencia y presencia. Su propósito es ser para ser percibida, ser para que alguien la observe y se regocije en ella. Es pura provocación para que a través de ella seamos capaces de despertar nuestra consciencia; para que nos reconozcamos asimismo como esencia y presencia; para que podamos acceder a la bondad, la verdad y la belleza universales desvelando sus misterios.
El mundo que hemos creado, lleno de con­taminantes tóxicos, altera nuestra conexión con la naturaleza y con nuestra espiritualidad. Y si vivimos sin esa parte espiritual, perdemos el sentido de nuestra existencia.
La doctora Pilar Muñoz-Calero, afectada de Sensibilidad Química Múltiple, fue desahuciada por la medicina. Decidió retirarse a la naturaleza, empezó una metamorfosis y redescubrió lo que es vivir.