Tener una respuesta clara sobre tan importante tema es un asunto urgente, ya que en ella se origina nuestra actitud para enfrentar, sobre todo, las dificultades que son propias de cada uno de nosotros mientras transitamos el camino de la vida. Si creemos en el destino y la suerte, por ejemplo, es muy probable que, por ser como somos, vivamos de fracaso en fracaso y culpando a la familia, a la forma como nos educaron, a la sociedad, al jefe, a los compañeros de la empresa o del equipo de fútbol, a los vecinos, al gobierno, a la mala suerte, a la congestión vehicular, a los profesores, por la condición negativa en que estamos, en lugar de asumir el control de nuestras decisiones, principio que es fundamental a la hora de vivir con propósito.
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#disculpas
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