Nuestro viaje a Pekín comienza fuerte. A una hora de la capital se encuentra la principal atracción turística del país: la Muralla China, la mayor construcción defensiva del mundo, edificada hace 2.000 años y declarada Patrimonio de la Humanidad. Nos la muestra Pedro, ingeniero aeroespacial, con quien visitamos una de las Siete Maravillas del mundo moderno, una impresionante obra del hombre de nada más y nada menos que 21.000 kilómetros, de la que solo queda un 30% en pie y que visitan cada año millones de visitantes. Después del sofocón de la subida, podemos divertirnos bajando en tobogán y disfrutar de los reclamos turísticos de la Gran Muralla.
De vuelta a la capital, visitamos el Palacio de Verano, construido en el siglo XVIII con lago artificial incluido. Al entrar al metro, que utilizan 9 millones de personas al día, hay que pasar importantes medidas de seguridad. Visitamos una tradicional casa de té, uno de los grandes símbolos de la cultura china, y Wangfujing, una de las zonas comerciales más importantes de la ciudad.
Por su parte, Borja emprendió la aventura asiática ante la gran demanda de coches de alta gama en China. Nos habla de la impresionante expansión económica de Pekín en los últimos años mientras visitamos la lujosa zona financiera de la ciudad.
TIANANMÉN Y LA CIUDAD PROHIBIDA
Conseguimos entrar con muchas restricciones en la histórica plaza de Tiananmén, una mezcla entre símbolo político y fetiche turístico, y la Ciudad Prohibida, residencia imperial durante siglos. Visitamos también el templo de los lamas, el templo budista más grande fuera del Tíbet. Después nos acercamos a lugares más populares como el lago Shichahai o los emblemáticos "hutong", callejones que se construyeron en el siglo XIII, donde ahora conviven viviendas muy humildes con comercios. Además, el Mercado de la Seda es un enorme centro comercial de cinco plantas donde se vende todo tipo de artículos de imitación.
Nicolás, con sólo 26 años, es profesor de español en la Universidad de Lenguas Extranjeras. Nos lleva a la Torre del Tambor, reloj oficial de China durante varias dinastías, y al parque olímpico, donde se celebraron los Juegos de 2008, que supusieron la definitiva apertura de la ciudad. Paseamos también por Sanlitun, una zona comercial completamente occidentalizada y dirigida al consumo.
TIANJIN, LA GRAN DESCONOCIDA
Por último conocemos a María, que nos espera en Tianjin, una ciudad situada a unos 100 kilómetros de Pekín, y unida a la capital por el tren de alta velocidad (el llamado tren bala), que nos deja allí en sólo media hora. Tianjin es la gran desconocida. La quinta ciudad más poblada, con 14 millones de habitantes, uno de los principales centros industriales del país y primer puerto del norte de China. A pesar de estas magnitudes, Tianjin es una urbe tranquila con una calidad de vida elevada.
Conocemos el Astor, que fue el primer hotel internacional de China. Su parte más antigua hace las veces de museo. El Victoria's Park es uno de los rincones más apacibles de la ciudad, que presenta una curiosa mezcla de estilos arquitectónicos debido a las concesiones, territorios cedidos por la dinastía Qing a diversos países extranjeros que edificaron aquí sus propios colegios, cuarteles, etc.
Pero Tianjin también mantiene su propio casco histórico y un curioso edificio, China House, un museo de la porcelana construido tras la reconversión de una antigua casa del Barrio Francés, la principal zona comercial de la ciudad, donde finaliza nuestro recorrido.