Nacida en el seno de la realeza Congo, panameña, Alejandrina Lan dedicó su vida a preservar y difundir las ricas tradiciones de sus antepasados africanos. Desde temprana edad, demostró un profundo compromiso con su herencia cultural, recorriendo Palenques y participando en rituales que fortalecieron su vínculo con la identidad afropanameña.
A lo largo de su vida, Alejandrina Lan destacó por su talento como bailarina, llevando consigo la magia de las danzas africanas a escenarios nacionales e internacionales. Representando a Panamá en más de treinta ocasiones, dejó una huella imborrable en festivales y encuentros culturales