Los tratamientos se realizarán en función de en que fase se encuentre dicha artrosis.
En fases iniciales se utilizarán fármacos analgésicos, antiinflamatorios, se utilizará la fisioterapia y si el paciente experimenta un sobrepeso también se intentará hacer una pérdida ponderada.
En las fases intermedias se utilizarán primeramente infiltraciones articulares con corticoides o con ácido hialurónico, el ácido hialurónico es una sustancia viscoelástica que mejora la lubricación de la rodilla.
Otro de los tratamientos que también pueden mejorar esta patología es el ozono intraarticular, el ozono es un gas derivado del oxígeno que tiene propiedades analgésicas. Otro de los tratamientos es la infiltración articular de factores de crecimiento o de plasma rico en plaquetas que se extrae de la sangre del propio paciente.
Por último también se pueden realizar bloqueos de los nervios geniculados, que inervan una parte de la rodilla pudiéndose rea-lizar la radiofrecuencia del mismo u otro tipo de radiofrecuencias intraarticulares.
En fases ya muy avanzadas únicamente nos quedará el que el paciente sea valorado por cirugía ortopédica para la implantación de una prótesis total.
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