En este tercer día de nuestra vuelta por la PROVENZA, exactamente en el departamento del VAUCLUSE, visitamos el bonito pueblo de MÉNERBES y aprovechamos para descubrir sus secretos más dulces, nos damos un baño de moda en el precioso pueblo de LACOSTE, posiblemente el que más nos ha gustado de esta región, para acabar el día en lo más alto de la coqueta localidad de BONNIEUX.
Como sus vecinos, el pueblo de Ménerbes también compite por ser de los más bonitos de Francia.
Dominando una llanura repleta de granjas, cerezos y vides centenarias, Ménerbes es de esos típicos municipios provenzales en donde se degusta un tremendo sabor rural junto a interesantes talleres de artesanos y artistas locales.
Lacoste, construido sobre un antiguo emplazamiento, situado a los pies de una cresta de piedra caliza, tiene una situación excepcional. Mayormente soleado, protegido del viento mistral y cerca de una de las principales fuentes de aguas perennes.
A sus pies vuelve a tenderse plácida la Provenza. Los riscos del Luberon y sus fértiles valles cargados de viñedos y frutales en los que se respira paz y tranquilidad.
El pueblo debe su fama en parte a la excepcional calidad de la piedra caliza suave y también al castillo que fue del marqués de Sade y que se encuentra en su cima.
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