Había una vez un viejo pescador, conocido por su sabiduría y paciencia. Pasaba sus días en paz y tranquilidad, pescando y disfrutando de la belleza de la naturaleza. Sin embargo, un día, un joven absorto en profundos pensamientos se acercó a él.
"He venido a pedirte consejo, viejo pescador", comenzó. "Es hora de que me case, pero hay tantas mujeres, todas hermosas a su manera. ¿Cómo elijo entre ellas?".
El viejo pescador sonrió y respondió: "Mira, solo tengo un criterio para elegir a una esposa, y lo compartiré contigo". El joven se puso alerta, escuchando atentamente.