Рет қаралды 23,649
“Visto un huerto, visto todos. Todos optan por comprar el plantel a los mismos. Las mismas lechugas, los mismos tomates… se están perdiendo las variedades de cada zona, se están perdiendo los sabores.”
Difundir las microhistorias de cabras valientes supone un enorme privilegio. Especialmente por conocer de primera mano, compartir pitanza o pasar horas conversando con personas como Eduardo Perote. Que además de sabias son generosas.
Pocas personas de las que te encuentras por el mundo despiertan tal admiración y ganas de pegarse a él como una lapa como Eduardo. Tiene 33 y lleva quince años recuperando variedades tradicionales de frutales y hortalizas; variedades de cerezos, higueras y perales, de tomates, alubias, leguminosas ancestrales y ajos, que un día formaron parte de la historia y el paisaje de los pueblos y a día de hoy están a punto de perderse. A eso hay que sumarle su generosidad difundiendo y compartiendo a través de las jornadas de organiza en Piñel de Abajo. Y si llegamos a Piñel fue gracias a que Carlos de Castro y su familia asisteron a unas jornadas y conocieron a Eduardo. Es lo bonito de este proyecto, que unas cabras te llevan a otras.
Perote no pierde tiempo en quejarse contra quienes privatizan semillas y bobalizan el campo y a sus gentes. Su lucha es evitar que se pierdan las variedades que han mantenido nuestros abuelos durante años en su zona, para perderse por culpa de la globalización o la ‘bobalización’ como la denomina Eduardo. “Visto un huerto, visto todos” Lo mismo pasa con el vino de la zona, “si al hecho de tener que añadir levaduras artificiales le sumas que el 99% de la uva de la zona es tempranillo, y probado un vino, probados todos.”
“El modo de propagar los frutales es cortar una rama joven de árbol ancestral, e injertarla en una variedad resistente”
Pero quizá la parte más fascinante de recuperar vida, historia y paisaje es el trabajo de campo, un trabajo de prospección casi antropológico. Pues para localizar esas variedades antiguas, toca visitar la comarca, las riveras de los rios, charlar con abueletes en geriáticos y sus huertas, y ganarte a estos sabios con boina para sacar no solo las variedades, sino las historias y las anécdotas que llevan asociadas cada variedad. Hay manzanas que sirvieron para evitar asedios, o para honrar a una virgen, hay variedades de peras que han empoderado a familias durante décadas a no necesitar cámara de refrigeración, hay tomates que han sobrevivido a sequías, alubias que van mejor secano y otras que van mejor para comer en verde.
En definitiva, estamos perdiendo la diversidad, la variedad, los sabores, ¡Incluso los nutrientes! Estamos perdiendo nuestra esencia, nuestra historia, nuestra soberanía alimentaria y nuestra forma de empoderarnos a pequeña escala. ¿De que sirve quejamos de tener curros de mierda, para empresas de mierda, si damos la espalda a lo nuestro, si damos la espalda a lo pequeño?
Tres reivindicaciones las que hace Perote:
1. Derecho a producir a pequeña escala. España es uno de los paises que más trabas-burocacia pone a los pequeños productores.
2. Que la instituciones se implique con la agricultura ecológica. Menús en colegios e instituciones públicas que creen una demanda que permita vivir a pequeños productores. Lo ecológico
3. Reducción de IVA o incluso eliminación para los productos ecológicos. No crean gastos adiccionales a nivel contaminación de aguas ni a nivel salud.
Si sois unos enamorados de las plantas, los arboles, la fruta, la huerta, la vida y la diversidad; os recomendamos que aprovechéis para visitar Piñel de Abajo en sus jornadas de fruticultura o sus jornadas pueblo. Todo es gratis excepto la comida con lo que financian charlas, talleres, música y demás.
¡Larga vida a los apuestan por la vida y la diversidad!
elpraodeluyas.blogspot.com.es/
elpraodeluyas@gmail.com
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
¿Qué alternativas hay al consumismo de masas? ¿Qué supone volver al mundo rural y reinventarse? ¿Es la autosuficiencia una quimera? ¿Solos o en colectivo? ¿Es posible vivir de un trozo de tierra?
A estas dudas y otras muchas intentaran responder nuestros protagonistas, que un día decidieron dejar atrás las grandes urbes y su modo de vida para lanzarse al monte.
Vivir con menos para ser más felices.