Síguenos en www.escuelaonlinedesalud.com
Los derrames se clasifican en dos tipos, trasudados y exudados, según sus características bioquímicas y su origen fisiopatológicos. Los trasudados son líquidos de origen no inflamatorio producidos por la disminución de la presión oncótica o el aumento de la presión hidrostática; los exudados en cambio son líquidos de origen inflamatorio generados por una alteración de la permeabilidad capilar. La diferenciación de estos dos tipos depende de algunos criterios determinados empíricamente, como son la densidad, el contenido proteico y la actividad de LDH. Si la densidad es mayor de 1.015 se considera exudado, este aumento esta condicionado primordialmente por cantidades elevadas de proteínas, esto es, mayores de 30 g/L; por ello es preferible considerar la concentración de proteínas que la
densidad.