Increíble viaje a uno de los barrancos más espectaculares de Gran Canaria. Elevándonos desde las plácidas aguas del "lago" de Siberio y disfrutando de maravillosas vistas del Barranco de Tejeda y de la Presa del Caidero de la Niña alcanzamos el majestuoso Barranco de Vigaroé. Con un soprendente paisaje en el que se dan la mano pinar y palmeral, explanadas de roca con infinidad de pequeñas pozas de agua y teniendo como telón de fondo los bellísimos e imponentes riscos de Inagua, no es de extrañar que esta joya del oeste esté en el top 3 de mis barrancos favoritos de la isla (sigue leyendo...)
Ruta sin comentar: • Barranco de VIGAROÉ (n...
Muchas gracias a Baler@Wikiloc por diseñar y publicar esta magnífica ruta y por su estupenda compañía. Todos los detalles de la misma, incluyendo el track, los tienen en su página de Wikiloc "Barranco de Vigaroé o Vigaroy Circular. TEJEDA .GRAN CANARIA" (es.wikiloc.com/rutas-senderis...)
Comenzamos nuestro viaje a uno de los barrancos más espectaculares de Gran Canaria en una jornada en que la lluvia nos dió una tregua y nos brindó un precioso regalo al final del día.
La vía de acceso a la Presa de Siberio ya nos va abriendo el apetito con sus preciosas panorámicas de los Barrancos y de al Presa del Caidero de la Niña. Divisando desde lo alto la hilera de espectaculares ñameras en el canal de la Presa de Siberio, no pudimos evitar desviarnos para visitarlas hacia el final de la ruta.
La sensación de placidez al contemplar las serenas aguas de la presa teniendo como fondo el Junquillo es tan solo una de las cientos de sensaciones agradables que uno experimenta al llegar a Siberio.
Accediendo por un canal al otro extremo de la presa, subimos por la Cuesta de la Salvia hasta Lomo Gordo por un sendero con una generosa pendiente. Pendiente recompensada con creces con las vistas a diferentes alturas del tándem Siberio-Junquillo.
Deteniéndonos para un breve refrigerio, las vistas desde el Lomo Gordo son sobrecogedoras.
Y por fin nos encontramos con el majestuoso Vigaroé con el magnífico telón de fondo de los riscos de Inagua y con su sorprendente paisaje en el que amistosamente se dan la mano pinar y palmeral.
Comenzamos nuestro ascenso al barranco por su ladera oeste maravillados con las vistas hacia el Barranco de la Aldea pero, sobre todo, hacia la espectacular confluencia de las Cañadas del Almácigo y del Palomar con el Barranquillo de la Mora y el propio Vigaroé. Pinos, palmeras y almendros en perfecta armonía le dan un encanto único a esta joya de la geografía isleña.
Cruzamos el cauce por un camino que parece perderse por momentos, aunque sin mayor dificultad, que nos introduce de lleno en el vergel que divisábamos desde lo alto.
Llegamos al conjunto de Casas de Vigaroé. Abandonadas a finales del siglo pasado, su últimos habitantes se dedicaban principalmente al pastoreo y en menor medida a la agricultura. De uso ocasional en la actualidad, los cultivos aledaños parecen tener mantenimiento.
En un paisaje ya de por sí espectacular, agradecimos el regalo de la lluvia en forma de arco iris que nos acompañaría hasta el final de la ruta.
En un camino de ida y vuelta al caserío, nos adentramos aún más en el barranco, con vistas cada vez más impactantes a medida que nos aproximábamos a las paredes. Finalizamos nuestra subida bajo un solapón en el que la disposición de las piedras en forma de corral parece denotar uso pastoril.
Regresamos al caserío visitando una de las estancias aprentemente usada como corral.
Echando un último vistazo al precioso palmeral, nos adentramos en otra de las localizaciones distintivas de este peculiar barranco: Su sorprendente cauce de piedra lisa con infinidad de pequeñas pozas de agua.
Nos despegamos del cauce, y del suelo, por la ladera oeste del barranco, bordeando Lomo Gordo a media altura y disfrutando de las mejores vistas de la Presa del Caidero de la Niña.
El sendero se vuelve más pendiente y nos aterriza en una pista de servicio de la presa. Pista que tomamos para ver de primera mano las talluditas ñameras, de más de dos metros de altura, que veíamos desde lo alto al principio de la ruta.
Siguiendo la pista cruzamos el barranco, uno de los pocos con agua todo el año, y Regresamos triunfantes a la carretera y a nuestro punto de partida entre impresionantes paredes y con el arco iris colgando un colorido broche a una increíble ruta que quedará para siempre en nuestra memoria.
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Music: "Snowfall" by Scott Buckley (CC BY 3.0)
/ scottbuckley
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