"No se puede decir mucho del partido que hizo, al contrario. Creo que encima con la gente que lo lleva en andas se cree He-Man, y claro, es impresionante". Probablemente sin querer, Lionel Scaloni le puso un apodo que le calza a medida a Cristian Romero, un central que juega fuerte, al límite, con la personalidad de aquellos fenómenos de los '70 y '80, pero también la inteligencia que pide el fútbol sobreprotegido por el VAR de hoy.
Así como el superhéroe que eligió el DT se imponía sobre sus adversarios más por cabeza que por fuerza, el Cuti gana porque está bien parado, gana porque maneja los tiempos de su cuerpo y del juego a la perfección, y gana porque rebalsa de confianza: sabe que si va, es raro que no gane y cumple a rajatabla con el viejo dicho de 'pelota o jugador'. El compilado de su partido contra Ecuador (1-0) lo expone.
Los números de Romero hablan por sí solos:
Erró un solo pase: 66/67.
Fue el que más duelos ganó: 11/15.
Fue el que más recuperó: 12.
Y también, algo más invisible en lo estadístico: pasó al ataque en más de una oportunidad, desordenando hacia atrás pero con el criterio que se espera de un volante, entregando pelotas limpias en los últimos metros o haciendo una pausa necesaria. Nada de centros imprecisos a las apuradas.
“Es un central increíble. A veces tiene que ahorrarse algunos desplazamientos porque claro, 50 o 60 metros corriendo no está bien, sobre todo porque se cansa y deja al equipo mal parado. Pero bueno, el partido que hizo es increíble... prefiero que haga eso a que se deje estar. Fue muy completo”, agregó Scaloni en su análisis post-partido sobre el zaguero del Tottenham, dejando claro que en esta Selección sacrificio mata desorden táctico.
Los compañeros también se lo valoraron en Instagram. "Mi central", le comentó Dibu Martínez en el posteo que hizo después de irse ovacionado del Monumental. "Vos te volviste loco", agregó Leandro Paredes. Los rivales en la Premier League también: "Pará un poco animal", le puso Alexis Mac Allister (Liverpool) y Enzo Fernández (Chelsea) fue más allá: "El mejor central del mundo". Nueva discusión desbloqueada.
A falta del cruce con Bolivia en La Paz del martes, el cordobés de 25 años que formó Belgrano se volverá a Londres con sobrepeso. Se llevará a Enner Valencia en el bolsillo (el goleador ecuatoriano casi no la tocó y tuvieron cruces picantes), el apodo de Scaloni y el "olé, olé, olé, olé, Cuti, Cuti" de 85 mil personas que no se olvidará en toda la vida.
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