Рет қаралды 331
Ni erudición, ni pureza de expresión, ni profundidad mental, ni las flores de la elocuencia, ni la simpatía personal, pueden sustituir la falta de fuego del Espíritu. La oración asciende mediante este fuego. Su llama le da alas, energía u aceptación. No hay incienso sin fuego , ni oración sin llama. E.M. Bounds
SUSCRÍBETE