La economía feminista es un enfoque que, a diferencia de los planteamientos más clásicos, incluye en su análisis la perspectiva de género. Es decir: tiene en cuenta los trabajos remunerados o no que hacen posible que el sistema se sostenga, y que históricamente han hecho y hacen las mujeres. La economía feminista propone otras fórmulas de organización social, más sostenibles y respetuosas con los Derechos Humanos y con el medio ambiente.
Tratamos de darle forma en estos vídeos, que beben de las conclusiones extraídas de “Reexistiendo juntas y revueltas”, una conversación colectiva entre activistas de Latinoamérica y del Estado Español.