Un día Julio decidió conocer mejor la ciudad de Cádiz donde vivía y después de recorrer cierta distancia encontró una estatua ya gastada por el tiempo Cuando Julio se acercó notó que la estatua era una representación Alejandro Magno Cuando llegó a los pies de la estatua César fue tomado por una gran angustia comenzó a derramar lágrimas treinta y tres años sentía que no había logrado nada grande en su vida mientras Alejandro Magno ya había conquistado imperio a esa edad En ese momento César juró que no descansaría hasta el día en que pudiera igualar Alejandro en sus conquistas Julio César lo hizo bien en España ganó fama como buen gobernador subyugó a dos tribus locales se habían revelado contra la ocupación romana Pero César no estaba satisfecho tener que pasar tanto tiempo lejos de Roma y poco después de haber completado el tiempo servicio requerido en España regresó a su ciudad natal De vuelta en Roma Julio concentró sus esfuerzos alcanzar nuevas posiciones políticas