Hoy en día se habla muchísimo de la empatía y la compasión. Que hay que ser empáticos, que hay que ser compasivos, que no hay que ser egoístas y conectar con el otro. ¿Pero quien verdaderamente entiende lo que eso implica o las diferencias entre ambos conceptos?
Tampoco se habla de que primero esa compasión y esa empatía hay que desarrollarla con uno mismo porque si no se desborda y nos deja de lado. Somos una sociedad que da mucho hacia afuera y recibe mucho de afuera, juicio, expectativas, miedos, etc porque no se reconoce. Porque no se cuida ni se procura porque le han dicho que eso está mal. Y cuando se ve a sí mismo lo hace siempre con critica, con insuficiencia y con una voz que no usaríamos ni con nuestro mejor amigo.
La empatía y la compasión empiezan con uno mismo no solo como herramienta de autoconocimiento sino como un reconocimiento que nos permite relacionarnos con el mundo desde el balance de vivir una vida propia y dejar vivir.