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La selección española ha firmado una noche para la historia. España ha vencido 2-1 a Francia y se mete en la final de la Eurocopa gracias a los goles de Dani Olmo y Lamine Yamal. El jugador del Barça firmó una auténtica obra de arte cuando España peor estaba. La reacción definitiva al gol inicial de Kolo Muani llegó antes del descanso gracias a un majestuoso control y definición de Dani Olmo. La selección ha vuelto a sacar a un país a la calle y este próximo domingo se jugará la cuarta Eurocopa en el estadio olímpico de Berlín.
Los mejores momentos del partido
Un Mbappé sin máscara quiso adueñarse del partido desde el primer minuto. Mientras el respeto se imponía en los primeros cinco minutos de partido, el único irrespetuoso sobre el verde era el que llevaba el siete y brazalete de Francia. De sus botas nació el gol de Kolo Muani. Un desmarque al espacio, dos malas marcas de Jesús Navas y Laporte y un remate preciso del delantero hicieron posible el gélido 0-1. Era el primer gol que nacía de jugada y que no metía un jugador del equipo rival en su propia puerta, en un partido de Francia. Si algo no podía pasar contra esta Francia era encajar primero. El bloque bajo, el contraataque y los destellos individuales, plan habitual de los de Deschamps en toda su etapa, estaban más que justificados para encarar el resto del encuentro.
Lamine Yamal fulmina un récord que Pelé mantenía durante más de 60 años
Lo que nadie se esperaba era el relámpago que salió de los pies de Lamine Yamal. El jugador del Barcelona se convirtió al salir al campo en el jugador más joven en hacerlo en un torneo internacional y superando a Pelé, cuyo registro constaba desde el Mundial de Suecia 1950. No era suficiente. Dispuestos a hacer historia, hacerla a lo grande. Se echó a la Selección a la espalda en el peor momento y pintó sobre la escuadra el gol más bonito de la Eurocopa. Empató el partido, despertó a un país, alucinó a un continente y espantó el pánico establecido por los franceses sobre el verde de Múnich. Adrien Rabiot, que había provocado al joven Lamine, tuvo la fortuna de ver su golpeo de balón desde muy cerca.
Sonó el despertador y la Selección reaccionó. Lo hizo contra Georgia, contra Alemania y también ocurrió contra Francia. En apenas tres minutos, se fueron para arriba, aumentaron la presión y fueron a culminar la remontada. Dani Olmo hizo un control propio de un 10 brasileño, dejó a Tchoauméni en otro planeta diferente y cruzó el balón con la fuerza perfecta para transformarlo en gol con la ayuda justa de Jules Koundé, a quien rozó el balón para superar a Maignan. España puso el 2-1 con el que se fueron al descanso.
Francia debía volcarse y España aprovechar cada momento con balón. Los primeros instantes de la segunda mitad se hicieron bajo dominio español en el verde. Nico Williams tuvo un mano a mano con Maignan, que el portero galo pudo ganar con algo de fortuna. La actuación individual de Williams lo volvía a poner al nivel del encuentro frente a Italia en grupos. Los galos no adelantaron líneas pero sí que movieron el banquillo. Griezmann, Barcola y Camavinga fueron las naves que quemó Deschamps, mientras que De la Fuente hizo entrar a Vivian, Merino y Oyarzabal. Pero el peligro siempre lo llevó el mismo: el elegido Lamine Yamal.
Pero el destino ya estaba escrito. Un niño que acaba de aprobar 4º de la ESO y que este próximo sábado cumple 17 años ha sido el principal culpable de que un equipo con todas las letras como este dirigido por Luis De la Fuente busque en Berlín la cuarta Eurocopa después de pasar el camino más exigente posible.