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Guía de Ictus.
Sería conveniente durante cinco o diez minutos al día parar nuestras actividades cotidianas y tener un rato para nosotros.
Si diez minutos diarios parece demasiado, es mejor empezar con cinco minutos, porque es importante que se haga todos los días con la mayoría de ellos y poco a poco ir aumentando el tiempo.
Son interesantes las prácticas basadas en el aquí y ahora con Mindfulness, en las que se pretende que durante unos minutos al día seamos capaces de parar nuestras actividades y pensamientos y sólo ser conscientes de nosotros mismos.
Es importante hacer la práctica sentado en una silla o preferentemente o en un sillón que nos permita apoyar los pies en el suelo.
Las manos colocadas sobre los muslos. Mantenemos la cabeza recta y una postura erguida. Procuramos relajar la mandíbula, abriendo ligeramente la boca. Los ojos se pueden mantener cerrados o abiertos, mirando hacia el suelo como un metros por delante.
Vamos a hacer una visualización de nuestro cuerpo, comenzando por los pies hasta llegar a la cabeza. Empezamos en nuestros pies, recorriendo los dedos. La planta, los tobillos. Luego subimos hacia las piernas, las rodillas,
los muslos.
Después llegamos hasta las caderas y los glúteos. Luego vamos subiendo por la columna vertebral a vértebra hasta llegar a los hombros.
Bajamos por los brazos y antebrazos, las manos y dedos y luego subimos
y visualizamos la nuca, la cara, la boca, lengua, ojos.
A continuación nos concentramos en la respiración. Desde que nacemos, respiramos. Lo tenemos tan interiorizado que le prestamos poca atención, pero a través de cómo respiramos podemos ser conscientes de cómo sentimos.
La respiración nos ancla al momento presente, conectándonos con nuestro cuerpo, nuestras sensaciones y nuestras emociones.
Ahora ponemos las manos sobre el vientre y notamos como sube al coger el aire, es decir, en la inspiración y cómo desciende al soltar el aire o espiración.
Primero hacemos tres respiraciones más profunda.Cogemos el aire por la nariz y lo soltamos por la boca. Después seguimos respirando normal, cogiendo y soltando el aire por la nariz.
También podemos seguir el recorrido del aire desde que entra frío por nuestras fosas nasales hasta que vuelve a salir caliente al exterior.
Esto lo podemos hacer durante 15 ciclos respiratorio.Nos podemos concentrar en la respiración cuantas veces queramos a lo largo del día,
sentado, acostado o de pie durante uno o varios minutos.
Es normal que mientras hacemos esta relajación nos vengan pensamientos a la cabeza. Debemos dejarlos pasar imaginando que son nubes que atraviesan el cielo e intentar volver a concentrarnos en la respiración o en el recorrido por las diferentes partes de nuestro cuerpo.