En antiguos muebles y otros elementos, se han realizado restauraciones que por gusto o moda han alterado de forma casi irreversible la apariencia original de los mismos. Devolverles a su primitivo aspecto a pesar de los años, puede ser un reto difícil de conseguir. En éste caso se trataba de descubrir la madera con la que estaban construidas estas centenarias puertas, que formaban parte de una alacena en la cocina de una vieja casa rural, y repintadas a lo largo de los años. Éste pude ser un caso extremo, por la presencia de cinco capas y una de ellas de pintura al aceite, que los líquidos decapantes no despegan, solamente ablandan, haciendo el trabajo más laborioso para retirar dicha pintura, pero habitualmente, con una capa de quitapinturas y posterior lijado tendremos la madera limpia para barnizar. En en esta ocasión el conjunto de las cuatro puertas recuperadas de un derribo, han tenido una segunda vida en un armario de nueva construcción.