Esta historia comenzó de manera ordinaria. Fue uno de los eventos comunes que ocurrían en el hospital de la ciudad varias veces al día. Una ambulancia trajo a un hombre desconocido a la sala de emergencias. El hombre de mediana edad, golpeado e inconsciente, fue encontrado en el parque de la ciudad. Un hombre compasivo, que encontró a la víctima en tal estado, le ayudó. Inicialmente, tanto él como los médicos que llegaron pensaron que era simplemente una persona ebria tendida allí, pero no. El hombre no olía a alcohol y, por todos los factores, parecía que había sido gravemente agredido.