Poesia hecha Musica.
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Tan solo estamos empezando a crecer,
siento la brisa y la sonrisa que me quiere vencer,
pero no la dejo, yo solo quiero mecer mis manos libres
y volver a nacer para mirar el mundo desde lejos,
sin mi reflejo voy, un simple Sol sin Sur,
un corazón que orbita, una ciudad sin luz,
una traición del milagro y otro despertar,
una mirada escrita, un soñador que grita,
déjame solo a mí que soy montaña y mar,
para bañar mi voz, para no molestar,
soy ese árbol que se agarra a precipicios,
semilla que creció en la roca llena de prejuicios,
hoy volveré a jugar con mi destino gris,
hoy volveré a dudar si quiero ser MC,
hoy soñaré como el druida en el poblado,
soplando los recuerdos de mi cielo azul nublado,
y mi poesía dime dónde me llevará,
si cada vez que escribo me elevo al más allá,
alma de luz entre las sombras del destierro,
espíritu rebelde y moldeable como el hierro,
prueba mi filo, ten, espada al interior,
sube a mi tren tardío, sitúate en mi Edén,
solo soy yo con otro verso a media luz,
dibujo garabatos con mi música de viento.
Te sabes comprender pero la lluvia cae,
en tu ventana cada tarde hay melodramas,
traen otro vaivén en el centro del problema,
la vida es un espacio que llenar con otro poema.
[Estribillo] (x2)
La noche cae allí donde la Luna está,
llorando por los sueños que nunca soñarán,
el día empieza con un verso sintomático,
canciones en mi cuarto son un clásico,
mi bienestar.
Para mirarles a los ojos,
para romper estos cerrojos,
para vivir,
donde me voy solo, así me siento bien,
tengo un vacío donde arrojo lo que no fue mío,
así mi fe fluye, desde mi hogar vuela
para no regresar, pararnos a esperar,
yo soy infierno cuando sueno entre el gentío,
imagen de futuro entre mis páginas y desvaríos,
¿voy hacia ti o vienes? la gravedad, tienes
entre tus manos el destino de esta sociedad,
somos rehenes en la cárcel de nuestros anhelos,
somos como el cielo entre la niebla y ya no nos vemos.
La noche cae allí donde las ánimas,
donde las lágrimas encuentran el final,
somos alumnos en la escuela de lo incierto,
desiertos sembrados de vida y bosques medio muertos,
hoy acaricio las palabras y hoy sí,
no hay beneficio para el cuerpo, yo solo alimento el alma,
con mis certezas y mis dudas,
hoy vine a desnudar mis depresiones si me ayudas
y a llorar en calma,
viviendo al filo de lo extraño, lo incierto,
cada paseo es un peldaño para subir,
te abro las puertas de mis sueños y mis daños,
son treinta y dos sueños, son treinta y dos años,
y soy feliz, ¿sabes? Lo grave es resistir
cuando se acaben los momentos más honestos,
lo nuestro es divertirnos como cuando en el recreo
jugábamos al fútbol sin trofeos que conseguir.
[Estribillo] (x2)
La noche cae allí donde la Luna está,
llorando por los sueños que nunca soñarán,
el día empieza con un verso sintomático,
canciones en mi cuarto son un clásico,
mi bienestar.