Vivienda singular de tres plantas conectadas con ascensor, techos altos, dos plazas de garaje y terraza con piscina.
Esta lujosa y exclusiva vivienda se encuentra en el antiguo Palacio de los Condes de Campo Rey. A ella se accede mediante un señorial portón tras el cual hay una clásica cancela de hierro forjado.
Una vez la atravesamos, nos recibe un bellísimo patio con arcos en cuya parte más alta hay instalada una montera de cristal, la cual tiene un mecanismo automático de apertura, consiguiendo mantener siempre una temperatura agradable y proteger de la lluvia. Desde este punto accedemos a la propiedad, la cual se distribuye en dos plantas.
En la planta baja encontramos un sala de recepción de visitas y un despacho donde trabajar tranquilamente, pues el edificio es afortunadamente un remanso de paz. De ambas estancias destaca la altura de sus techos y la decoración pintada en frescos que hay en el techo; auténticas obras de arte permanente.
Desde aquí se sube a la primera planta. La comunicación entre ambas puede ser mediante unas espectaculares escaleras de mármol macizo o un ascensor privado, ambos de uso exclusivo para esta propiedad.
Una vez arriba, la vivienda se distribuye a lo largo de una espectacular galería con enormes ventanales que rodea parte el patio interior por el que se accedía a la finca.
A la izquierda se encuentra un magnífico salón de grandes dimensiones. Adyacente, como buscando algo de intimidad, hay una sala de estar algo más recogida. Todos los balcones de estas estancias dan a la calle y están insonorizados y protegidos con alarma.
Saliendo del salón, al lado contrario, encontramos un dormitorio con un baño en-suite y unos armarios empotrados cuyas puertas están decoradas de una manera exquisita, dando la sensación de caminar por el pasillo de un museo y no de una vivienda. Al frente hay un gran vestidor así como otro cuarto de baño. Finalmente, al fondo llegamos al dormitorio de matrimonio, muy luminoso gracias a su ubicación en la esquina del edificio, entrando la luz a prácticamente cualquier hora del día.
Saliendo de nuevo a la galería encontramos más adelante el comedor, convertido en elegante y acogedor lugar de encuentro del que destacamos su preciosa chimenea. Dicha estancia se comunica directamente con la cocina y el lavadero. Desde aquí tenemos acceso al aseo de invitados y otras dependencias. Al final, un último pasillo que da a la puerta de servicio y, a continuación, un descansillo con otro ascensor y escaleras que nos llevan hasta la planta superior del edificio.
Subiendo a dicha planta llegamos a una sala climatizada comunitaria, a modo de lounge, donde descansar, servir un cóctel en la barra y disfrutar de buenos momentos. Al salir de ella, encontramos la terraza-ático, de grandes dimensiones, pues abarca casi toda la superficie de la parcela, de manera que las horas de sol están aseguradas. Aquí está también la guinda: una piscina en la que disfrutar de un buen baño en la intimidad.
Más información: www.engelvoelkers.com/es/expo...