Los equipos amanecen en el puerto de Nador, listos para iniciar la aventura. Por delante, más de 200 kilómetros en los que entrarán en contacto con los distintos elementos a los que se enfrentarán a lo largo de Panda Raid.
Tras descender del Regina Báltica, los Panda abandonaban las instalaciones del puerto y se adentraban en la primera ciudad marroquí, Nador. Llegar hasta el primer CP era la primera prueba, pero lo que venía después, iba a ser mucho más difícil. Navegación, pistas complejas de encontrar y un oued de piedras que ha machacado ruedas, amortiguadores y ha puesto en duros aprietos los cubre cárters de los participantes.
La prueba cronometrada se ubicaba en el segundo tramo de pista del día. El nivel de exigencia era el mismo que durante la mañana, pero con el añadido de jugar con el tiempo en contra. Los nervios, el cansancio y el polvo ha desorientado a muchos de los equipos, que sin saber cómo, han acabado dando vueltas en círculos.
«Lo único que quería era llegar al campamento para poderme duchar, pero ahora que me he refrescado, sólo quiero volverme a subir al Panda para empezar de nuevo», comentaba una de las participantes.
A las 21:00 h., hora marroquí, se impartía el primer briefing de Panda Raid, en el que, además de aprovechar para dar la bienvenida a todos los aventureros de esta edición, se han comentado las modificaciones y principales dificultades para la etapa de mañana. Queda cenar, preparar el roadbook y descansar lo suficiente para recargar pilas de cara al domingo.
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