Рет қаралды 267,555
🔥 Para no ahogarte, entrena con RUNNEA ACADEMY. Entrenamiento running personalizado para todo tipo de runners populares 🏃🏻♀️🏃🏽
🔥 www.runnea.academy
¿Has tenido esa sensación de qué te ahogas, de que te falta aire cuando sales a correr? Es normal, "non ti preocupare", como diría aquel. Es un error muy común en corredores/as principiantes, porque esto de empezar a correr tiene su letra pequeña, y lo malo del asunto es que nadie te avisa de ello. En Runnea estamos dispuestos a echarte una mano, y además de darte la pertinente explicación de padecer esa desagradable sensación de ahogarse mientras corres, también te aportamos la solución más efectiva para evitarlo en tus próximas sesiones de entrenamiento.
Los síntomas son claros: Sentimos que no nos llega el oxígeno necesario, los músculos parecen que están ardiendo y las piernas se notan más cargadas y pesadas, a medida que avanzas en esos minutos iniciales de cada entreno. Las consecuencias directas también son más que evidentes: El ritmo de carrera es excesivamente rápido, pero también que la forma de respirar no es la más adecuada para la actividad que estás desarrollando.
Falta de aire al empezar a correr, la explicación más lógica - foto 1
Falta de aire al empezar a correr, la explicación más lógica
Simplificando mucho, y como te hemos dicho, el problema deriva de tu bajo estado de forma y de la forma de respirar mientras corres:
Respiración desde el pecho, la más superficial.
Respiración desde el estómago, la diafragmática, más profunda y más eficiente.
Pero todavía no te hemos da la respuesta a la pregunta de: "¿Por qué me falta el aire y tengo esa sensación de ahogo mientras corro?" Todo tiene que ver con el proceso de adaptación que necesita tu propio organismo para adaptarse al hábito de correr, a pesar de que esta acción sea innata en el ser humano
La capacidad de nuestros propios músculos de generar energía depende directamente la cantidad de oxígeno que somos capaces de incluir en el organismo. Ese oxígeno se demanda a medida que los músculos lo necesitan. La sangre es la encargada de transportar esa cantidad de oxígeno donde hace falta, y no se hace forma inmediata.
El propio funcionamiento del sistema cardiorespiratorio es el que genera ese déficit, porque no llega de forma inmediata. Ante la falta de oxígeno que demandan los músculos, el cerebro activa la alerta, y en ese momento es cuando empezamos a respirar de forma más fuerte, e incluso a jadear para conseguir más aire en los pulmones. Gracias a la entrada en escena de los alvéolos ese oxígeno que necesita el músculo llega por medio la sangre, dando lugar a que nuestra frecuencia cardiaca suba con las pulsaciones del corazón desorbitadas.