El emprendimiento de las arepas asadas de maíz con queso al carbón tiene sus raíces en la rica tradición culinaria de Colombia y Venezuela. Se dice que este plato surgió en las regiones rurales, donde las personas aprovechaban los recursos naturales disponibles, como el maíz y el carbón, para crear una deliciosa y económica opción alimenticia.
La historia de este emprendimiento podría remontarse a generaciones atrás, cuando los agricultores y campesinos comenzaron a experimentar con diferentes formas de cocinar el maíz, un ingrediente básico en la dieta de la región. Con el tiempo, descubrieron que asar las arepas sobre brasas de carbón les daba un sabor ahumado único y una textura crujiente por fuera y suave por dentro.
El queso, otro producto abundante en estas áreas, se convirtió en el complemento perfecto para las arepas asadas, añadiendo un toque de cremosidad y salinidad que equilibraba perfectamente el sabor del maíz.
Con el paso del tiempo, esta preparación se popularizó en mercados locales, ferias y eventos culturales, donde los emprendedores comenzaron a ofrecer sus propias versiones de las arepas asadas de maíz con queso al carbón. La demanda creció rápidamente, y pronto estos emprendedores se encontraron expandiendo sus negocios, estableciendo puestos fijos o incluso camiones de comida para satisfacer a sus clientes ávidos de este manjar.
Hoy en día, las arepas asadas de maíz con queso al carbón son un símbolo de la gastronomía latinoamericana, apreciado tanto por locales como por visitantes que desean experimentar la auténtica cocina de la región. Este emprendimiento no solo es una historia de éxito empresarial, sino también un testimonio del ingenio y la creatividad de las comunidades que lo crearon y lo mantienen vivo hasta el día de hoy.