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El alquimista, de Paulo Coelho, narra la historia de un joven pastor llamado Santiago que logra encontrar un tesoro más allá de sus deseos más profundos y de sus inseguridades. En esta fábula, el autor utiliza el realismo mágico para retratar el viaje físico y espiritual de Santiago, en el que el protagonista aprende a escuchar su corazón y se da cuenta de que sus ambiciones no solo le pertenecen a él, sino también al universo.
Santiago es un humilde pastor que vive en Andalucía, España. Él solo quiere deambular con sus ovejas, disfrutar del vino y leer buenos libros. Sin embargo, el destino interviene y Santiago comienza a tener un sueño recurrente sobre un gran tesoro escondido en la base de una pirámide egipcia.
Santiago conoce a Melquisedec, un extraño sabio y rey de una tierra lejana. Melquisedec aparece para aquellos que buscan su Leyenda Personal, es decir, su verdadera razón de vivir. Esta ambición proviene del Alma del Mundo que conspira para ayudar a todos a alcanzar sus deseos más profundos. Desafortunadamente, el miedo y la rutina a menudo se interponen en el camino.
Santiago decide vender su rebaño y buscar el tesoro. Melquisedec le da a Santiago dos piedras, una negra llamada "Urim", que significa "sí", y una blanca llamada Tumim, que significa "no". Santiago debe consultarlas en caso de tener problemas para entender las señales. Luego zarpa hacia África para buscar su tesoro y su Leyenda Personal.
El primer día que está en la ciudad marroquí de Tánger, a Santiago lo asaltan y queda completamente solo. Incapaz de hablar una sola palabra de árabe, Santiago contempla la posibilidad de darse por vencido y regresar. Pero luego recuerda las palabras del sabio y decide seguir adelante. Finalmente, encuentra trabajo en una tienda de cristales y se queda allí durante un año, donde gana suficiente dinero como para comprar un nuevo rebaño de ovejas y volver a casa. Así y todo, en vez de hacer esto, se une a una caravana que está cruzando el desierto hacia Egipto, acercándolo de esta forma a su sueño.
En la caravana, Santiago conoce un inglés que ha ido a África para buscar a un alquimista de renombre. Su nuevo compañero de viaje lleva dos piedras como las de Santiago y cree que no es accidental que los dos se hayan encontrado. Santiago considera que las ideas del inglés son similares a las de Melquisedec. Ambos hablan de un Alma del Mundo a la que todos estamos conectados. El inglés también revela que el objetivo de la alquimia es la "Gran Obra", que incluye un líquido llamado “Elixir de la Larga Vida” y un sólido llamado “Piedra Filosofal”.
Cuando finalmente llegan al oasis de al-Fayum, hogar del alquimista que da nombre a la novela, Santiago conoce a una hermosa joven llamada Fátima, de quien se enamora de inmediato. Pronto descubre que el amor, como la Leyenda Personal, proviene directamente del Alma del mundo.
Mientras camina en el desierto, Santiago tiene la visión de un ejército invasor. Sin perder tiempo, les advierte a los ancianos del oasis. Al día siguiente, quinientos hombres armados de tribus enemigas ingresan al oasis, tal como predijo Santiago. Pero los habitantes del oasis, debidamente advertidos, matan a todos los intrusos. El jefe del oasis le otorga a Santiago cincuenta piezas de oro y le ofrece un puesto como consejero.
Santiago considera quedarse en el oasis con su nuevo amor, Fátima, en lugar de continuar su viaje hacia las pirámides. Sin embargo, Fátima le dice a Santiago que comprende su necesidad de continuar y alcanzar su objetivo. Las mujeres del desierto, explica, están orgullosas de la libertad de sus hombres. Esto confunde a Santiago, que no puede disociar el amor de la posesión.
El alquimista encuentra a Santiago y le dice que lo llevará hasta su tesoro. En el camino, le explica que los corazones pueden ser traicioneros y que la mejor manera de evitar que te engañen es escucharlos atentamente; uno debe escuchar el Alma del mundo para encontrar su tesoro. Todo en la tierra, incluso los minerales, tiene una Leyenda Personal. Es por eso que los alquimistas pueden convertir cualquier metal en oro: simplemente están ayudando al metal a alcanzar su Leyenda Personal.
Cuando los dos viajeros son tomados prisioneros por una tribu en guerra, el alquimista, en un esfuerzo por salvar sus vidas, afirma que Santiago es un mago que puede convertirse en viento. Santiago no tiene idea de lo que está haciendo, pero finalmente comienza a orar con el convencimiento de que su corazón y el Alma del Mundo son uno. Inmediatamente, el viento azota, y Santiago desaparece y reaparece al otro lado del campamento. Los jefes de la tribu están tan impresionados que dejan ir a los viajeros.