LA TEORÍA DE LAS VENTANAS ROTAS
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Tuve conocimiento de la teoría de las ventanas de rotas hace bastantes años, es por ello que tenía muchas ganas de traerla al canal porque gracias a ella comencé a entender muchas cosas.
Un experimento social de resultado sorprendente.
Philip Zimbardo, en 1969, psicólogo de la Universidad de Stanford, llevó a cabo un experimento social.
Abandonó un coche en una de las calles del barrio del Bronx, en Nueva York, con las placas de la matrícula arrancadas y las puertas abiertas, con el objetivo de ver qué ocurría.
A los pocos minutos comenzaron a robarle sus componentes de manera que a los pocos días no quedó nada de valor. El coche terminó completamente destrozado.
El experimento continuó, repitiendo la misma situación, pero en otro sitio. Es decir, se abandonó de nuevo otro coche, de similares características, en un barrio rico de Palo Alto, en California.
Podríamos pensar que en este caso no pasó nada, y así fue. Pasaron los días y el coche permaneció intacto.
Sin embargo Philip Zimbardo quiso ir más allá, para lo cual golpeó con un martillo algunas partes de la carrocería del vehículo.
¿Qué pensáis que ocurrió entonces? Al cabo de pocas horas el coche estaba tan destrozado como el del Bronx.
La teoría de las ventanas rotas
Los hechos acontecidos tras este experimento dieron lugar a la formulación de la “Teoría de las ventanas rotas”, formulada por James Wilson y George Kelling, quienes escribieron un artículo que apareció en la edición de marzo de 1982 de “The Atlantic Monthly” titulado “The police and neighborhood safety” (“La policía y la seguridad del vecindario”).
A raíz de este artículo, George Kelling, esta vez acompañado de Catherine Coles, escribió “Arreglando ventanas rotas”, un libro sobre criminología y sociología urbana publicado en 1996, el cual trata sobre el crimen y la manera de combatirlo en los barrios.
Este libro contiene los siguientes ejemplos:
“Consideren un edificio con una ventana rota. Si la ventana no se repara, los vándalos tenderán a romper unas cuantas más. Finalmente, quizás hasta irrumpan en el edificio; y, si está abandonado, es posible que lo ocupen ellos y que prendan fuego dentro.
O consideren una acera en la cual se acumula algo de basura; al poco tiempo se irá acumulando más y más basura; hasta el punto en el que hasta restaurantes de comida rápida serán capaces de dejar allí sus bolsas de basura”.
Es decir, si en un edificio, tras algún acto vandálico, aparece una ventana rota, si no se arregla pronto con total probabilidad el resto de ventanas acabarán siendo destrozadas por otros vándalos. ¿Por qué?, porque el hecho de que haya una ventana rota envía el mensaje “aquí nadie cuida de esta ventana”, luego hay “barra libre” para hacer lo que se quiera.
El concepto de impunidad
¿De qué os suena ésto?, ¿podemos relacionarlo con el concepto de impunidad tal vez?
Como no hay normas que controlen o limiten una situación, o estas normas no se cumplen estrictamente, o no hay quien se preocupe en vigilar y corregir una determinada situación, estamos dando paso al “todo vale” o hay “barra libre” para hacer lo que queramos.
Seguramente, reflexiones en voz alta como estas las habréis hecho alguna vez:
“Como no se multa (se entiende que lo suficiente) a quienes no facturan con IVA, yo, tampoco lo haré”.
“Como mi vecino no paga la contribución de la comunidad, y sigue viviendo sin atender a sus deudas, estoy cuestionándome si hacer lo mismo”.
“Como el vehículo de delante se ha saltado el semáforo y nadie le ha multado, yo también me lo salto”.
“Como mi compañero de trabajo se ausenta de la oficina cada vez que quiere, y no le investigan y sancionan, voy a hacer lo mismo”.
Evidentemente existen leyes, normas, que regulan, estos ejemplos. De todos es sabido que no cobrar el IVA se considera un fraude, pero como se tiene la idea de que se trata de un comportamiento común, esta situación “incita” a que se actúe de la misma manera.
Como hay grandes empresas o personajes conocidos (empresarios, futbolistas, actores, políticos…) que defraudan a Hacienda y no van a la cárcel, “yo tampoco pago”.
Por ello actuar contra la impunidad y ejercer una tolerancia cero contra situaciones como las anteriores, es fundamental para construir una sociedad responsable, que permita convivir en paz y armonía, donde impere el civismo, el respeto y la corresponsabilidad.
Por otro lado, no pagar impuestos tiene otras implicaciones de las cuales quizás hablemos en otro vídeo.
¿Conocías esta teoría?, ¿previste el resultado del experimento social en el barrio rico?, ¿qué situaciones conoces que se podrían aplicar a esta teoría?, ¿qué opinas de aquellos actos que quedan impunes?
LA TEORÍA DE LAS VENTANAS ROTAS