La preparación de la competición comprende diferentes elementos como el plan de pre-competición, el plan de concentración durante la competición, la evaluación de la competición y el control de estímulos distractores. El plan de pre-competición son todas aquellas rutinas que ayudan a la deportista a llegar a la competición en las mejores condiciones. Son por tanto, pautas conductuales que no tienen nada que ver con rituales o supersticiones, y cuya finalidad es facilitar que la deportista salga a competir con su nivel óptimo de activación y la mayor concentración. Las rutinas pueden ser desde el tipo de comida que se digiere mejor, el tiempo que transcurre entre la comida y la competición, la antelación con la que a la deportista le gusta llegar a la pista, u otras actividades que la ayuden como escuchar música, charlar con su equipo o compañeras, o por el contrario aislarse y relajarse, o visualizar la competición.